De nuevo, otro año más, desde hace ya tres, como anuncio de la Cuaresma que desembocará en la Semana Grande os traigo una nueva edición del cartel virtual de este vuestro blog; para esta Ocasión la Presentación del mismo corre a cargo de Don Salvador Giménez Molina cofrade de cuna y tradición y Hermano de las Hermandades de Penitencia Cordobesas de Los Dolores, El Huerto, La Merced y El Santo Sepulcro, esta última por romanticismo al pertencer al gremio de los Escribanos y Notarios y formando parte de su Junta de Gobierno; Costalero de afición y devoción ha portado los pasos del Prendimiento, Oración en el Huerto, Candelaria, Humildad y Paciencia, Santa Faz, Gracia y Amparo, Resucitado y Amarrado a la Columna, además ha ejercido de auxiliar de capataces Cordobeses como Francisco Pérez Cantillo, Javier Romero Castaño y actualmente Pepe Fernández, también destacar su faceta de pregonero de la Merced así como de Exaltador de María Santísima de la Candelaría; Crítico taurino y escritor por vocación colabora activamente en El Día de Córdoba y en otras publicaciones especializadas.
LUZ EN LA OSCURIDAD…
La luz siempre triunfa sobre la oscuridad. La vieja Axerquia moruna se convierte cada año en un Getsemaní en la Córdoba cristiana. El drama pasionista se inicia en la vieja casa grande de los hijos del Poverello de Asís. Todo tiene un principio y todo tiene un final. El principio lleno de luces tenues, oscuras. Premonitorias de un drama de sangre y pasión que finalmente se convierte en un triunfo de la luz sobre todas las cosas. Y sobre ellas la muerte. También vencida por la luz.
A tiro de piedra de sus discípulos. Alejado de ellos, el hijo de Dios hecho hombre entra en oración con el padre. Pide la redención del drama, pero finalmente lo acepta para redimir nuestros pecados, nuestras inmundicias, nuestras perversiones y nuestra falta de humanidad. Es el papel del Elegido. Pagar con su sangre y su vida nuestras faltas.
El barrio de San Francisco y su entorno se convierten cada año en un huerto premonitorio de muerte y drama. Desde su llegada, desde la capital del viejo reino de Granada, la imagen de Nuestro Padre de la Oración en el Huerto es punto de partida en la Semana más grande de todas las semanas. Resignación, inquietud, obediencia en su rostro. Su mirada implorante al Dios Padre es espejo de la aceptación de nuestra Redención. Sus manos crispadas se convierten en manos acogedoras de nuestra miseria. Por eso cada año los naranjos de la cercana calle de la Feria se convierten en centenarios olivos de esta Jerusalén de Occidente. Su cuesta pina en camino al Cedrón y el sonoro crepitar del agua de su fuente nos revive las acequias del huerto de Getsemaní.
Un año más la luz vencerá a la oscuridad y la vida pisara a la muerte. El cartel que nos anuncia la Semana Santa de este blog cofrade, es un reflejo de lo que acontece cada año. El Getsemaní cordobés, una vez más, es la antesala de la Pasión y un canto gráfico del vencimiento de la luz sobre la tenebrosa oscuridad.
Salvador Giménez Molina
